Contar con una conexión a la red eléctrica tradicional es una gran ventaja que permite la microgeneración.
En los sistemas «on-grid» podemos utilizar la conexión a la red eléctrica tradicional de forma similar a una batería.
Como la conexión es bidireccional, en aquellos momentos en los que no contamos con generación eléctrica (como durante la noche) o cuando nuestra generación no es suficiente para alimentar nuestro consumo, automáticamente, el sistema toma energía de la red según la necesitemos.
Para cortar la conexión a la red eléctrica tradicional y pasar a un sistema «off-grid«, deberá contar con baterías que acumulen energía eléctrica para su uso posterior. Por esto, la inversión necesaria para su instalación fotovoltaica será sensiblemente mayor. Además, perderá los beneficios económicos que ofrece UTE a quienes vuelcan sus excedentes de generación.
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